GONZALEZ,
ADIANA- WEINSTEIN.
A lo largo de la historia la
enseñanza de las matemáticas estaba centrada en una enseñanza clásica en la
cual el maestro daba el conocimiento y el alumno solo reproducía, ahora nos enfrentamos
a un modelo adaptable en que el alumno propone el conocimiento según sus
intereses.
En matemáticas el principal
herramienta que se encuentra es el problema, pero hay que tener cuidado al
momento de ser presentado a los alumnos pues si este tiene un grado de
complejidad muy alta o muy baja los alumnos no podrán apropiarse de ningún
conocimiento, el problema debe encontrarse a un nivel adecuado según la edad y
los conocimientos del alumno.
Los problemas son para
enseñar a través de ellos, sobre ellos, para resolverlos, también son
utilizables para diagnosticar y evaluar.
Es importante conocer el
estadío en el que se encuentra el niño para optimizar el conocimiento sobre las
matemáticas y a sobre su vida.
Para que el contenido sea
aprendido por el alumno es necesario que el profesor conozca e indague los
conocimientos previos del alumno, selecciones y proponga situaciones-problema
que al ser resueltos permitan al niño modificar, construir y ampliar sus
saberes.
Los conocimientos se le
deben presentar a los alumnos deben ir de lo más fácil a lo más complejo.
Las propuestas didácticas
que los profesores deben proporcionar
deben contener el placer y la diversión del juego con el desafío y el
compromiso de la situación de aprendizaje.
Una situación problema puede
o no ser desarrollada en un contexto lúdico, pero debe de ser: natural,
interesante y susceptible de enriquecimiento.
El docente a partir de la
consigna, las reglas y los materiales puede modificar la situación problemática
inicial e ir complejizándola o simplificándola a fin de plantear nuevos
desafíos cognitivos, cuya superación implique una nueva construcción de
conocimiento el cual no se adquiere de forma aislada, es necesario que exista
interacción entre pares para generar conocimientos.
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